La obesidad se define como un
exceso de grasa o, lo que es lo mismo, un exceso de tejido graso sobre
la composición corporal normal, que depende de la talla, el sexo y la
edad. Son muchas las razones por las que se intenta explicar la
aparición de este trastorno de la salud. Parece que no solo es "la
comida rica en grasa" la culpable de esta patología. Otros factores
genéticos, familiares, sociológicos, etc intervienen y con, la mayor
parte de los casos, decisivos en la aparición de la enfermedad.
En
la adolescencia parece intervenir de forma activa tanto la
predisposición genética en cuanto a distribución y número de adipocitos
(células del organismo que almacenan la grasa), como los hábitos
alimentarios.
Las
consecuencias de esta patología a medio y corto plazo son las de un
adulto normal: complicaciones cardiovasculares, respiratorias,
hepatobiliares, del aparato locomotor, etc. También añade riesgo a otras
situaciones: cáncer, cirugía, problemas psicológicos y sociales.
Corregir
esta situación, a cualquier edad, es muy difícil. Los resultados que se
obtiene con los diferentes tratamientos no son buenos. Casi todos
basado en dietas restrictivas, aumento de la actividad física y, lo que
es muy importante, control de la voluntad sobre la elección de los
alimentos. A veces también se usan fármacos pero en casos muy concretos.
Entre
los adolescentes la perspectiva de éxito es aún menos que en los
adultos. No en vano es un colectivo muy afectado por las condiciones
psicosociales antes comentadas en cuanto a la falta de madurez,
vulnerabilidad... que hace más difícil la realización del esfuerzo
necesario para perder peso. pero debido a la importancia de este
problema se deben buscar todos los medios a nuestro alcance para tratar
de corregirlo.
Para el tratamiento de la obesidad se debe tener en cuenta:
- Establecer una dieta adecuada y ajustada a las necesidades de los adolescentes.
- No se deben plantear dietas muy restrictivas
- Enseñar a los adolescentes a elegir los alimentos adecuados.
- Si se usan fármacos siempre bajo control médico.
- Fomentar el ejercicio físico
- Ayuda psicológica a adolescentes y familiares
- Educación nutricional; el desconocimiento suele ser uno de los culpables de la mayoría de los desórdenes
Rocío Gay