martes, 24 de septiembre de 2013

LA OBESIDAD EN LA ADOLESCENCIA

La obesidad se define como un exceso de grasa o, lo que es lo mismo, un exceso de tejido graso sobre la composición corporal normal, que depende de la talla, el sexo y la edad. Son muchas las razones por las que se intenta explicar la aparición de este trastorno de la salud. Parece que no solo es "la comida rica en grasa" la culpable de esta patología. Otros factores genéticos, familiares, sociológicos, etc intervienen y con, la mayor parte de los casos, decisivos en la aparición de la enfermedad. 

En la adolescencia parece intervenir de forma activa tanto la predisposición genética en cuanto a distribución y número de adipocitos (células del organismo que almacenan la grasa), como los hábitos alimentarios. 

Las consecuencias de esta patología a medio y corto plazo son las de un adulto normal: complicaciones cardiovasculares, respiratorias, hepatobiliares, del aparato locomotor, etc. También añade riesgo a otras situaciones: cáncer, cirugía, problemas psicológicos y sociales. 

Corregir esta situación, a cualquier edad, es muy difícil. Los resultados que se obtiene con los diferentes tratamientos no son buenos. Casi todos basado en dietas restrictivas, aumento de la actividad física y, lo que es muy importante, control de la voluntad sobre la elección de los alimentos. A veces también se usan fármacos pero en casos muy concretos.

Entre los adolescentes la perspectiva de éxito es aún menos que en los adultos. No en vano es un colectivo muy afectado por las condiciones psicosociales antes comentadas en cuanto a la falta de madurez, vulnerabilidad... que hace más difícil la realización del esfuerzo necesario para perder peso. pero debido a la importancia de este problema se deben buscar todos los medios a nuestro alcance para tratar de corregirlo. 

Para el tratamiento de la obesidad se debe tener en cuenta: 
  • Establecer una dieta adecuada y ajustada a las necesidades de los adolescentes.
  • No se deben plantear dietas muy restrictivas
  • Enseñar a los adolescentes a elegir los alimentos adecuados. 
  • Si se usan fármacos siempre bajo control médico. 
  • Fomentar el ejercicio físico
  • Ayuda psicológica a adolescentes y familiares
  • Educación nutricional; el desconocimiento suele ser uno de los culpables de la mayoría de los desórdenes 
Rocío Gay

martes, 17 de septiembre de 2013

CARNE DE CABALLO Y ALGUNAS OTRAS COSAS

Al hilo del último escándalo por las hamburguesas de caballo, vamos a tratar de poner luz al tema para despejar las dudas más comunes y evitar miedos innecesarios. 

¿Realmente comer caballo supone un riesgo sanitario? Pues no, aquí en nuestro país es un carne totalmente adecuada para el consumo, y aunque es cierto que no es de las más consumidas, existen hasta carnicerías especializadas. Dicho esto, queda totalmente descartada la idea de que el consumo sea peligroso. Entonces ¿Por qué se retiraron del mercado? La retirada se produjo por temas puramente legales, que la carne de caballo tiene un precio menor a la de potro y ternera y el código alimentarios contempla la sustitución de una alimento por otro de menor coste como fraude económico.

Realmente, no hay indicios para desconfiar de los controles sanitarios tanto a nivel europeo, o estatal así como en la reglamentación técnica sanitaria. Si bien hay países que no son tan estrictos como en España.

Pero no es solo carne de caballo lo que podemos encontrar en nuestra comida. Sabemos de sobra que todo está quimicamente tratado, nuestras verduras y frutas expuestas a insecticidas varios, algunos tipos de carne con sulfitos y nitritos (conservantes), así como glutamatos (potenciadores de sabor).Y es que existen aditivos de todo tipo y para todo, todos ellos bajo regulación, pero también sujetos de forma individual, alergias y sensibilidades, por ello el hecho de no abusar de ningún alimento, nos da casi la certeza de no sobrepasar la dosis recomendada.

Al margen de lo inevitable, hay cosas que están en nuestra mano y con ellas contribuir para evitar ciertas molestias, infecciones y demás problemas de salud que, en ocasiones achacamos al mal estado de un alimento cuando, estadísticas en mano, la más frecuente de las patologías estomacales empieza pos una inadecuada higiene al manipularlos. Quizá ese dolor de estómago tan inoportuno no se deba a que el alimento ha esta demasiado tiempo fuera de la nevera, o que el tendero de turno nos lo vendido en mal estado, sino a que hemos utilizado las técnicas de higiene correctas.

Técnicas tan simples como lavar concienzudamente los alimentos frescos antes de su consumo y no tan solo bajo el grifo sino con algún desinfectante alimentario ( ojo, debe ser para uso alimentario) o sumergir en agua y lejía diariamente estropajo y bayeta. Lo mismo haremos con superficies, tablas de corte y pilas, ya que todos ellos son un potente foco de bacterias que pueden interferir en nuestra salud para mal. Todo ello es muy recomendable llevarlo a cabo ya que, si en otras cuestiones no, en estas si está en nuestra mano.

Lorena Jiménez (Estudiante de Nutrición y Dietética)

martes, 3 de septiembre de 2013

EL DESCANSO TAMBIEN ES DEPORTE

Estamos en una sociedad en la que creemos que cuanto más trabajo realicemos, mayor será el rendimiento económico que recibiremos. Al igual que sucede en nuestra vida, también creemos que este concepto se puede aplicar al mundo del deporte. Es cierto que en la vida, trabajar unas horas más, puede acercarnos a ese rendimiento económico, pero en el mundo del deporte, no puede ser más distinto, pues un exceso del mismo hará que exista una bajada del rendimiento y con ello, nos alejaremos en la consecución de nuestros objetivos.

¿Por qué es tan importante el descanso? Con el descanso en el mundo del deporte, queremos conseguir básicamente dos aspectos. El primero, evitar el sobreentrenamiento del cuerpo y de esta forma evitar lesiones durante la práctica del mismo, y segundo, regenerar nuestro organísmo, y de esta forma aumentar el rendimiento hacia la consecución de nuestro objetivo. 

¿Que cargas usar para no sobreentrenar?  Nuestro cuerpo puede soportar grandes cargas y volúmenes de entrenamiento, sobretodo si estamos acostumbrados a entrenar normalmente varios días a la semana. El problema suge cuando tratamos de entrenar varios días a la semana con una intensidad demasiado elevada, lo que hace que nuestro organísmo no consiga reponerse hasta la próxima sesión de entrenamiento, y con ello vengan los problemas anteriormente citados.

¿Que hacer para proporcionar el descanso al cuerpo y no dejar de lado el rendimiento? El entrenamiento de recuperación, tiene como objetivo regenerar nuestro organ´simo mediante la obtención de oxígeno y nutrientes. Es decir, el día que recuperemos, no ganaremos ni fuerza ni resistencia, pero si haremos que nuestro cuerpo responda mejor en el siguiente entrenamiento de alta intensidad. Por ello, tras una sesión de intensidad elevada, lo mejor es añadir al día siguiente una sesión muy suave. Si hablamos de runners, casi al trote, muy lento. Y si hablamos de entrenamiento de la fuerza, bajaremos las cargas o el número de repeticiones.

¿Descanso activo o pasivo? La diferencia entre estos dos tipo de descanso es bien sencilla. Mientras con el descanso activo, tu cuerpo se regenera a base de ejercicio de baja intensidad, con el descanso pasivo, sufrimos una total dejadez del ejercicio, es decir, nos quedamos en casa. Este tipo de descanso, el pasivo, está bien para post-competitivos, pero para un entrenamiento amateur, donde nuestros objetivos no son exagerados, lo mejor esun entrenamiento activo. 

Después de un entrenamiento fuerte, nuestros músculos pueden sufrir pequeños desgarros o microroturas, lo que hace la aparición de las conocidas agujetas, que otro día trataremos de forma más amplia. Si nos quedamos en casa, estos pequeñso dolores, tardarán más en desaparecer, mientras que si por le contrario salimos y realizamos una sesión suave, favoreceremos la circulación de flujo sanguíneo, que limpiarña con su tránsito lso residuos que se encuentran en nuestros músculos y los llenará de nutrientes para un posterior entrenameinto. 

De forma general, y para cerrar el tema. Todos hemos tenido días en los nos podemos mover del sofá después de haber realizado un entrenamiento de alta intensidad, pero son precisamente estos días lso que debemos volver a realizar una sesión suave para mejorar nuestro rendimiento. Por tanto, a la hora de realizar una planificacion de entrenamiento, tan importante es programar lso días, la intensidad y el volumen, como el descanso. Eso nunca se nos puede olvidar.

Jose Madrigal (Estudiante de INEF, Universidad de Sevilla)