Para poder entender como el
ejercicio favorece a la pérdida de peso, primero debemos comprender como
funciona nuestro organismo. Por ello, trataré de explicarlo de la
manera más clara y breve posible.
Imaginemos
que nuestro cuerpo es un banco. Y por tanto, nuestros ingresos diarios,
es la cantidad de calorías que ingresamos en el mismo, pongamos que
1600 cal. Para sobrevivir nuestro cuerpo necesita obtener una cantidad
de calorías que recogerá del fondo que le hemos aportado, pongamos que
1000 cal. De esta manera, aún nos quedan 600 cal por gastar, que lo
iremos haciendo mientras practicamos deporte, caminamos, trabajamos o
estamos delante del ordenador, entre muchas otras cosas. Pero ¿ y si no
se gastan por completo? De no gastarse, como en todo banco, esas
calorías se quedan almacenadas en nuestro cuerpo, y la forma que tenemos
de hacerlo es trasnformándolas en grasa. Pro lo que se puede decir, que
la grasa son nuestros ahorros energéticos, que anteriormente no hemos
gastado.
Sabiendo
ya, que la única manera de perder peso, es gastando más calorías de las
que consumimos diariamente, nos preguntamos, ¿cual es la mejor manera
de perder peso? Y solo hay una respuesta, ejercicio y una buena dieta.
Existen
parámetros que deben ser respetados, como el tipo de deporte, que
deberá seleccionarse en base a la capacidad de cada sujeto, causándole
siempre placer y no viéndolo como un sacrifico. Después, claro está,
viene la dieta, nuestro mayor problema. Por ejemplo, con 40 minutos de
carrera continua, se pueden perder cerca de 150 cal. y esos mismo 40
minutos, bebiendo unas copas con amigos, pueden llegar a almacenar 250
cal, todo ello aproximadamente.
Con esto no quiero decir que se deban dejar las copas, ni mucho menos,
cada uno debe saber que hacer y qué calorías ingresa. Pero de nada vale
salir a correr durante un hora si después ingresas el triple de lo que
pierdes.
Además,
pese a que se pueda creer lo contrario, para quemar más calorías hay
que acelerar el metabolismo. Es más importante, realizar el máximo
número de comidas posibles en pequeñas cantidades, que comer dos veces
al día pero grandes ingestas.
Además, durante la digestión, nuestro estómago necesitará un gran flujo
de sangre, por lo que no es recomendable realizar deporte durante el
mismo. Mientras, si realizamos una pequeña ingesta nos facilitará la acción deportiva.
Por lo tanto, el ejercicio es importante, además de una buena dieta, para la pérdida de peso por dos aspectos básicos:
- Para perder peso, se deben quemar más calorías de las que se consumen
- Cuando se realizan ejercicios regularmente, se fortalecen los músculos. Los músculos gastan más calorías a lo largo del día, aún cuando se está descansado.
Pero no solo con
el ejercicio se consumen calorías. Podemos cambiar nuestros hábitos de
vida, como subir por las escaleras en lugar de ascensor, por ejemplo.
Cada uno se puede marcar su propio estilo de vida y rutina de
ejercicios, pero siempre es recomendable que se consulte con un
especialista, sobretodo en casos de personas que pueden padecer
problemas coronarios, respiratorios o metabólicos.
Con
todo y con eso, no podemos olvidar, y lo volveré a repetir, que tanta
importancia tiene hacer un buen ejercicio, como llevar una buena dieta.
Jose Madrigal (Estudiante de INEF, Universidad de Sevilla)
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